Gente viene,
gente va, gente, mucha gente…
Uno por acá,
otro por allá, sin ritmo, sin pausa, sin vacilación, cada gente es uno, cada
uno es vano y al mismo tiempo, tan importante para sí mismo.
Gente que
viene, gente se va, gente, mucha gente…
Como la
bandada de golondrinas, descansando sobre un cable de alta tensión, peligrosa
carga eléctrica, de la que nunca se enterarán.
Gente
vuelve, gente no volverá, gente, mucha gente…
Y en sus
rostros indiferentes, se refleja cada historia, como la onda final de un
estanque que oculta en su profundidad el objeto que la ha provocado.
Gente nace,
gente muere, gente, mucha gente, gente, gente, gente…